¿Qué eran los estados papales?

Los estados papales eran territorios en el centro de Italia bajo el gobierno directo del papado. Los estados también se conocían como el Estado de la Iglesia, la República de San Pedro, los Estados Pontificados o los Estados de la Iglesia. El control papal del territorio comenzó a mediados del siglo octavo y duró hasta 1870, durante el cual el alcance del poder y los límites geográficos cambiaron de manera severa. Los límites geográficos de los territorios incluyen las Marcas de hoy, Lacio, Umbría y Emilia-Romaña.

Origen de los estados papales

En el siglo IV, los obispos de Roma y la Iglesia Católica adquirieron tierras alrededor de la ciudad y los gobernaron como Patrimonio de San Pedro. A principios del siglo V, el Imperio Romano de Occidente se derrumbó y el Imperio de Oriente se debilitó de tal manera que no podía controlar todo el territorio. La población se dirigió a la Iglesia Católica y a los papas en busca de protección y ayuda. Los inmigrantes comenzaron a asentarse en las tierras adquiridas por la iglesia en Roma porque era mucho más seguro en comparación con otras partes del Imperio Romano. En el siglo VIII, el Imperio Romano de Oriente ya no pudo proteger a Italia de los invasores, lo que provocó que el papa Gregorio II rompiera filas con el imperio. El papa Gregorio III sucedió al primero y estableció una regla de autocontrol en todas las tierras de propiedad de la Iglesia Católica, creando así los Estados Papales.

Estados papales a lo largo de la Edad Media

Los estados papales lograron permanecer tranquilos y pacíficos durante los próximos siglos, ya que el resto de Europa experimentó tensiones políticas volátiles. En el siglo noveno, el imperio carolingio se derrumbó y el papado quedó bajo el control de los ricos romanos. A principios del siglo XII, los gobiernos regionales comenzaron a formarse en Italia. Aunque los papas católicos intentaron no interferir, los gobiernos que se formaron en el territorio papal se volvieron problemáticos y lideraron revueltas a mediados del siglo XII. A pesar de la turbulencia, la República de San Pedro continuó prosperando. Las reclamaciones papales de los estados papales se debilitaron en el siglo XIV, ya que los papas ya no residían en Italia. La situación empeoró cuando los grupos rivales de papas trataron de gobernar los estados tanto de Roma como de Aviñón.

Decadencia de los estados papales

El secularismo que se extendió por Europa finalmente llegó a Italia y comenzó a cortar partes del territorio papal. Las guerras napoleónicas y la revolución francesa habían resultado en inestabilidad política y tensión en los estados, y los ciudadanos ya no tenían fe en la Iglesia Católica para su protección. En el siglo XIX, los líderes de todo el país para unificar a la nación y los Estados Papales fueron anexados y puestos bajo el control de Italia. En 1817, Italia anexó con éxito el territorio papal, poniendo fin a la existencia de los Estados papales. La iglesia católica y los papas quedaron en un limbo temporal. En 1929, el Tratado de Letrán estableció la Ciudad del Vaticano en Roma como un estado independiente bajo el control del Papa.